La cuna o cama para el bebé.

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La importancia de una buena elección.

Antes de elegir la cuna para el bebé debemos tener en cuenta varias consideraciones. Por ejemplo, es importante encontrar el equilibrio entre la estética, la comodidad y la seguridad del pequeño.

¿Cómo podemos saber si es segura?

Para empezar debemos saber que el mueble debe cumplir con ciertas normativas. Hay unas normativas concretas de la UE, respecto la seguridad para este tipo de camas. Por ejemplo, la normativa establece que la distancia entre barrotes debe ser entre 4,5 y 6,5 centímetros. De esta manera, el pequeño sólo puede sacar el brazo y no puede sacar el cuerpo. Así mismo, están reguladas las medidas de los laterales, de los cabezales y de las lamas del somier. Los barrotes de la cuna, por ejemplo, deberán tener una altura de unos 70 u 80 centímetros. También se recomienda que la distancia entre el colchón y los laterales sea mínima. Así, evitamos que las manos o los pies del niño puedan quedar atrapados en dicho espacio.

¿Cómo conseguir más comodidad y funcionalidad?

A veces, se agradece que sea más cómodo poder recoger al bebé. Para ello, hay modelos que incorporan una barandilla o lateral móvil. Esta parte lateral sólo se puede bajar si se accionan dos seguros a la vez. Por lo tanto, no es posible que el niño lo pueda accionar. Con relación a la función, tenemos la posibilidad de fabricar cunas con varias posiciones de altura del somier. De esta manera, se alarga la vida de la cuna. A medida que el niño va creciendo, se va regulando la altura del somier.

¿Existen cunas convertibles en cama?

Por supuesto. Desde hace unos años, hay gran demanda de este tipo de camas. Son muy recomendables si queremos darle esta doble función al mueble. Al pasar los años, se puede convertir en cama individual para formar, junto un  tipo de armario y un escritorio una futura habitación juvenil completa.

¿Dónde estamos?

Nos encontrarás en la calle de Sants 45 y en la  calle de Rocafort 100